jueves, 1 de octubre de 2009

Espinita

Es como cuando se te mete la canción del verano entre las neuronas y no hay manera de sacarla. Que estás tan tranquila viendo la tele y de repente te descubres canturreándola. Y no te gusta. Es más, la detestas, te pone de los nervios el chunda-chunda. Pero te vas a la ducha y vuelves a tararearla. Pones un disco de los que se pueden cantar a voz en grito, de los que más te gustan, pero no hay caso. Cuando termina, la canción que está en tu mente vuelve a ser la del verano, y le pides perdón en silencio a tu grupo favorito por no poder ocupar tu mente de esa forma con sus canciones.

Algo así es lo que me pasa. Parece que todo va bien, que no hay problemas, que la vida me sonríe. Y es así realmente. Sólo que hay una pequeña mancha en las gafas que no me deja ver bien. Mira que froto y refroto, pero que no se va. Me las pongo, parecen relucientes. Y a media mañana aparece la manchita. O el mosquito que me persigue. Me olvido de él, incluso parece que le he aplastado con el último manotazo. Pero a las dos horas está de nuevo revoloteando, con ese zumbido tan desagradable. ¿Y a quién le puede importunar un mosquito? Pues aunque parezca una bobada, ensombrece un poco el día, e impide el estado de felicidad completa.

Y no hay caso. Por más que intento no pensar en la manchita, en la canción del verano, o en el puñetero mosquito, no lo consigo y me sacan de quicio. Hay días en los que ni siquiera aparecen. Otros sólo vienen una vez, o dos. Pero hay otros en los que tengo a toda la tropa dando vueltas entre mis pensamientos, impidiéndome pensar claro. Lo peor de todo es que ya sé que no tengo nada que hacer, la batalla está perdida. Sólo esperaré a que se vayan. 


Me sigue sorprendiendo la capacidad de Quino para explicar con cuatro trazos lo que yo no sé explicar ni en tres párrafos.

2 comentarios:

Borf dijo...

Se ve mu pequeñica la fotico...

La domadora de truenos dijo...

Juro que antes se abría al pincharla. Ay, la inexperiencia...
No voy a contar el chiste yo, que lo arruino.